Abstract

Se muestra la posibilidad del uso de la fractografía a color mediante la edición de imágenes en blanco y negro tomadas a través del microscopio electrónico de barrido (SEM), y del microscopio electrónico de transmisión (TEM), con el objetivo de mejorar la interpretación de los accidentes de la topografía de fractura, así como las mediciones que posteriormente se puedan realizar mediante fractografía cuantitativa. Ya que la fractografía a color basada en el uso del SEM es una técnica ausente de la literatura, y que éste es el instrumento más utilizado en los estudios fractográficos, el uso de la fractografía a color se discute específicamente en función del mismo. Esta técnica se implementó en varias fractografías tomadas mediante el SEM (fractura por coalescencia de cavidades y cuasi-clivaje), y en algunas réplicas mediante el TEM (fractura de láminas de cementita en la perlita). Esta última técnica ha sido incluida, solo para demostrar en perspectiva el uso del color como un factor a considerar. El coloreado y mejoramiento general de las fractografías se realizó mediante el editor Microsoft Word 2010®; el cual incluye la edición de imágenes a través de un gran número de opciones, lo que hace del mismo una alternativa a los programas de software gráfico externos. Esta elección también es conveniente, resultando muy versátil, económica y accesible. Por otra parte, el concepto de percepción ha sido tomado en cuenta, dada su importancia en la interpretación de las imágenes fractográficas, ya que mediante el uso del color se observa una mejora en la discriminación de aspectos tales como: rugosidad, separación, profundidad etc., influenciando la objetividad del análisis fractográfico. Se discuten las razones que justifican el uso de la fractografía a color mediante el SEM, y su gran potencial de aplicación como herramienta técnica de importancia, y no como algo meramente estético. Debido a que toda técnica en particular suele ser complementaria de las demás, se ha considerado conveniente mencionar algunas de las más importantes actualmente y que pueden relacionarse con la fractografía a color. Entre éstas técnicas pueden mencionarse: la metalografía, la difracción de electrones retrodispersados (EBSD), la microscopía de fuerza atómica (AFM), la microscopía de fuerza ultrasónica (UFM), la microscopía de interferencia de luz blanca (WLIM) y la tomografía [particularmente la tomografía electrónica (ET)], las cuales han sido tomadas en cuenta a través de diversos tipos de trabajos, teniendo las mismas como aspecto común la utilización frecuente del color.